Khrystyna Savenchuk tenía 15 años, cursaba 1º de la ESO y residía en Xàbia, Alicante. La última vez que la vieron fue el 20 de mayo de 2014, hace ahora tres años. Salió de su casa como cada día para ir a clase. No regresó más. Desapareció sin dejar rastro
Desde ese mismo día sus padres -Natalya y Bohan (la familia procede de Ucrania)- la buscan sin descanso. Colgaron carteles con su foto y su descripción en prácticamente todos los pueblos de la zona, hicieron batidas y llamaron a la colaboración ciudadana. Ahora no solo luchan para encontrar a su hija, que también, ahora la gesta (a la que se suman sus amigos y compañeros de clase) es contra el olvido. No quieren que cese su búsqueda. Khrystyna tiene que aparecer.
A un día de cumplirse 3 años de su desaparición, esta mañana, a las 10.40 horas, los estudiantes del instituto en el que estudiaba han realizado una concentración en recuerdo en el patio del centro. No es el primero y tampoco será el último. Se rebelan contra el silencio, contra la resignación. Se rebelan contra el olvido. Han pasado tres años desde que a Khrystyna se la tragó la tierra; no hay ningún indicio de cuál puede ser su paradero. Hay que seguir buscando.
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Sobre Khrystyna Savenchuk:
Tenía 15 años (actualmente 18) cuando se la vio por última vez.
Horas más tarde de su desaparición encontraron una carta de despedida. En ella, Khrystyna se mostraba muy frágil y dolida porque había roto una relación que mantenía con un joven, mayor de edad, que residía en Alemania. Se habían conocido por redes sociales.
En un principio la investigación de la Guardia Civil apuntaba al joven como posible responsable, pero tiempo después perdió fuerza y los agentes desecharon esa tesis. No han trascendido más datos desde entonces.