El servicio cinológico de la Guardia Civil en Galicia está en la comandancia de Ourense
Han estado presentes en todos los casos de desaparecidos de Galicia. En los de más relevancia mediática -Diana Quer, Socorro Pérez o Iván Durán- y en los que pasan más desapercibidos. Son los miembros del equipo cinológico de la Guardia Civil de Galicia, con sede en la comandancia de Ourense. Tres agentes -Carlos Lozano, Ignacio Alonso y Ángel Seoane- y sus perros –Vera, Dak, Noé, Xisca, Bado y Spidy– conforman casi una familia que trabaja con el objetivo de encontrar cuanto antes a aquellas personas que no han regresado a sus casas y que se encuentran perdidas en zonas del rural.
Unos animales están adiestrados para seguir el rastro y otros para buscar en grandes áreas. Y la elección para cada caso no es aleatoria. Los primeros se utilizan en los instantes iniciales de la desaparición, cuando todavía no ha pisado mucha gente por la zona. Huelen una prenda del desaparecido y buscan, seguidos por los agentes. A partir de las seis horas empieza a desaparecer el rastro y, llegado a ese momento, se utiliza a los de grandes áreas, que trabajan por venteo. Siguen el olor que arrastra el aire y baten la zona en círculo, hasta que marcan ladrando el lugar en donde creen que puede estar la persona. En este caso, los perros van descartando lugares y centrando la búsqueda en espacios cada vez más reducidos.
Los operativos con perros tienen una duración de cinco días, aproximadamente, ya que se cree que después de ese tiempo se pierde todo rastro. En otras comunidades existen animales adiestrados para localizar solo personas muertas o sumergidas bajo el agua.
Conscientes de que es imposible que los familiares esperen a su llegada antes de iniciar la búsqueda, los agentes saben que una vez en la zona van a encontrar dificultades para que sus perros realicen el trabajo de forma perfecta. Es un riesgo, un mal menor que afrontan tras horas y horas de entrenamiento.
FUENTE: lavozdegalicia.es