Una cámara de seguridad grabó a la menor, de 15 años, en Magaluf (Mallorca) cuando iba a casa de su novio en 2013 | Su rastro se perdió en solo 500 metros. La única certeza de los investigadores es que «alguien se la llevó»
FARO DE VIGO | TAMARA MORILLO
En el reloj marcan las seis. Es lunes, 2 de diciembre de 2013. Todavía es de noche, pero en la habitación de Malén, en la localidad mallorquina de Calviá, suena el despertador. «Suelo ponerlo a las seis (de la mañana), y acabar levantándome a las seis y media», había confesado la adolescente, de 15 años, días antes en redes sociales. «Luego me toca correr para prepararme, comerme la cabeza para saber qué me pongo y correr más, porque NO TENGO TIEMPO».
Ya en pie, mira al lado derecho de su armario: «ahí tengo camisetas de grupos de música que me encantan». Lo descartó. Aquella mañana eligió la de su lado izquierdo, cogió sus vaqueros rotos y una camisa de cuadros. «Me lavo los dientes… Ahí ya son las siete y diez, y a las ocho salgo corriendo que tengo que pillar el bus del insti». Lo pilló. Fue la última vez que fue al instituto. En torno a las cuatro de la tarde de ese mismo día, tras bajarse del autobús de vuelta a casa, se perdió su rastro.