Los que nunca volvieron: “Mi hija tiene que estar en algún sitio pero me estoy mentalizando de que no está viva”

María Piedad lleva 10 años desaparecida y su madre, Antonia Revuelta, recuerda que “se podía haber más” para encontrarla. Según los últimos datos, en España hay 5.529 denuncias activas por desaparición de personas.

Newtral

Por Jesús Espinosa
21 febrero 2021 

Antonia Revuelta es la madre de María Piedad García Revuelta. Han pasado ya 10 años desde que aquel 12 de diciembre de 2010 su hija saliera de una cena de empresa para no volver nunca más. “Yo creo que cada día estoy peor. No saber dónde está María… Es muy fuerte”, explica a Newtral.es su madre. “No se puede hablar de un perfil tipo de persona desaparecida”, explica Paco Lobatón, periodista y promotor de la Fundación Europea por las Personas Desaparecidas. Sin embargo, pone el foco en los menores de edad y en las personas mayores pero también en las mujeres. “Mujeres relativamente jóvenes que desaparecen como consecuencia de actos relacionados con la violencia de género”, asegura.

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Paco Lobatón: «Mi éxito ha sido ser útil a la gente»

En los 90 fue dueño y señor del «prime time». Tuvo a España en vilo buscando a personas desaparecidas. Hoy, 20 años después, sigue remando en la causa

ABCcordoba | Aristóteles Moreno

Su rostro y su voz serena son ya historia de la televisión. En los noventa pulverizó todos los registros de audiencia destapando el drama de las personas desaparecidas en España. Y ahí sigue, más de 20 años después, prestando tenazmente todo aquel inmenso capital mediático para ayudar a las familias.

Detrás de aquel destello fugaz, pervive una sólida carrera periodística y un hombre comprometido con una forma de entender su oficio como servicio público. Estrechamente vinculado a Córdoba, la Fundación de Personas Desaparecidas y su productora de televisión tienen sede aquí. Con ustedes, Paco Lobatón.

 

¿«Quién sabe dónde» le ha robado su biografía?

Todo lo contrario. Me la ha condecorado con una misión. Lo digo con un sentido sincero del deber y no con grandilocuencia. Es un encargo que te da la sociedad.

Antes de acariciar la gloria televisiva, Paco Lobatón (Jerez, 1951) tocó el infierno de la dictadura. Miembro de una familia de diez hermanos, estudió Ciencias Políticas en Madrid en aquellos años en que no era muy recomendable meter la nariz en según qué sitios. Y así fue.

En medio de una revuelta estudiantil contra el régimen a principios de los setenta, fue encañonado por nada menos que Billy el Niño cuando se disponía a participar en una asamblea de profesores como delegado de su facultad. La broma le costó una «somanta de palos», un mes y medio de cárcel y cinco años de condena. Lobatón prefirió exiliarse en Suiza. Regresó con la amnistía y emprendió una fructífera carrera periodística, que alcanzó su cénit con la presentación del Telediario de TVE, la comunicación de Expo 92 y, sobre todo, QSD.

Estudiante de Políticas, maltratado por Billy el Niño, exiliado en Suiza y presentador de uno de los programas más laureados de la televisión. ¿Qué hilo une a todo este periplo?

Tiene que ver con el hecho de que hacerme periodista consistía en ser útil a la gente. Sin grandilocuencia.

Y cree que ha sido útil.

Rotundamente sí. Se puede avalar esa percepción con datos. Los casos de QSD fueron más de 1.500 y el 70% se resolvieron. Habíamos creado un método de trabajo formidable con un equipo muy potente, innovador y multidisciplinar.

«Los casos de QSD fueron más de 1.500 y el 70% se resolvieron. Habíamos creado un método de trabajo formidable»

Entre 1992 y 1998 fue usted el emperador de la televisión. ¿El éxito está en la cuota de pantalla?

Los índices de audiencia te colocan en un liderazgo que es sinónimo de éxito socialmente hablando y en términos de la industria televisiva. Ahora bien: uno se equivoca si cree que hay una relación directa entre el éxito personal y esa referencia numérica. He visto a colegas caer en ese espejismo y confundir su estatura personal con esas mediciones. La medida del éxito, es decir, lograr aquello que te has propuesto, es una medición íntima, que tiene que ver más con criterios morales que mercadotécnicos.

¿Y cuál ha sido su éxito?

Ser útil a la gente. Percibir que, ante el sufrimiento tan corrosivo como es la incertidumbre de una desaparición, haya familias que te expresen su agradecimiento. Ese es un salario que no puede equiparar ninguna cifra en euros.

Dice Wikipedia que Aznar vetó QSD por investigar a los bebés robados. ¿Verdadero o falso?

¿Lo dice Wikipedia? No lo había visto. Hay una versión de por qué se interrumpe el programa, que seguía siendo de éxito, que coincide con los bebés robados e historias de lo que después se llamó memoria histórica.

Una encuesta de 1995 lo situaba a usted como el «mejor presidente del Gobierno posible». ¿Dónde está la llave de la credibilidad?

Lejos de pavonearme, aquello me produjo un cierto estremecimiento. Entonces la credibilidad estaba relacionada con que lo que estábamos haciendo no solo conseguía entretener sino que resolvía dramas humanos muy dolorosos. La realidad se puede cambiar si nos ponemos a trabajar y cooperamos. Credibilidad tiene la misma raíz de crédito. Es un préstamo que la gente te hace y tú tienes que devolver a la sociedad.

«Billy el Niño me encañonó y me dieron una somanta de palos. Me condenaron a 5 años y me refugié en Suiza»

¿Qué le ha regalado el periodismo?

Tener una misión en la sociedad. Saberme parte viva y activa.

Decía Kapuscinski que para ser buen periodista hay que ser buena persona. ¿Cómo andamos de eso en el gremio?

Decía también que este no era un oficio para cínicos. Y que hay dos causas en que los periodistas debíamos dejar de ser asépticos: los desaparecidos y los refugiados. Es así. Hay que tener un talante de bondad. En general, tengo la percepción de que somos una sociedad donde prevalecen las buenas personas y el sentido de la solidaridad.

¿La objetividad existe?

Existe el ejercicio de la objetividad. No es una ciencia ni una realidad tangible. Yo lo llamaría el honrado ejercicio de buscar la veracidad. Y la veracidad no es la verdad. Es un ejercicio laborioso de verificación, contraste y datos.

¿La independencia es un espejismo?

Es un mandato. El periodismo sin independencia pasa a ser otra actividad distinta, que puede llegar a ser mercenaria. Lamentablemente, en algunos de los colegas de las tertulias televisivas veo que hay un ejercicio de «mercenariado», no sé si con retribución o no, pero muy lamentable. Solo el principio de independencia da sentido al periodismo como ejercicio de vigilancia de los poderes y sus posibles abusos.

En 2015 impulsó la Fundación Europea de Personas Desaparecidas. ¿Por inercia o por compromiso?

Por compromiso. Sin dudar. Cuando el programa desaparece en el 98, no paro de ir a TVE para que se reinstaure ese espacio, conmigo o sin mí, pero no lo consigo. Y cuando pasa tanto tiempo y sigo observando que la realidad de los familiares sigue siendo muy precaria es cuando decido este compromiso.

En España hay 8.000 desaparecidos.

No se puede hablar de una cifra estática. Desde 2017 se ha conseguido un informe anual y desde 2018, un Centro Nacional de Desaparecidos. La media anual de denuncias está entre 20.000 y 30.000, de las cuales en el último informe 5.529 siguen en pie.

«Solo la independencia da sentido al periodismo como ejercicio de vigilancia del poder»

¿Hacemos todo por encontrarlos?

No. Se ha avanzado muchísimo, pero se está lejos. Hay que hacer muchas más cosas, sobre todo, en términos de atención a las familias. Cuando una persona desaparece, no desaparecen sus derechos como ciudadano. El primero es el derecho a ser buscado. Y el segundo, el de su familia a ser informada.

En Córdoba seguimos sin rastro de Paco Molina y Ángeles Zurera. ¿Qué le dice su intuición?

Es peligroso jugar a golpe de intuición. Lo que es evidente es que no hay ninguna base para pensar que ha sido un movimiento voluntario. En el caso de Paco Molina, hablamos de un chico de 16 años, que tenía una personalidad en plena formación. Y que puede haber sido objeto de una manipulación.

¿Hay dolor más insoportable que la incertidumbre?

No hay dolor más corrosivo que la incertidumbre de una desaparición. No deja espacio para el duelo, ni sosiego posible. Yo la llamo la «muerte tacaña» porque no deja lugar al consuelo.

¿Próxima parada?

Salvo la definitiva, que no está en nuestra decisión personal, mi actitud vital es no parar y seguir avanzando en esta causa hasta que el cuerpo aguante.

EN LOS NO-CUMPLEAÑOS DE LOS DESAPARECIDOS

Paco Lobatón | 5 de julio de 2020

Paco Molina lleva cinco años desaparecido. Córdoba recordó y conmemoró este jueves pasado con sus padres este tiempo de ausencia : 1825 días. El adolescente de 16 años, el mayor de los dos hijos de Isidro y Rosa, ha rebasado en este tiempo la mayoría de edad y hoy cuenta 21. Decirlo en tiempo presente y no bajo el equívoco recurso al condicional ( contaría ) es parte de la apuesta por la supervivencia de quienes buscan a un ser querido. Querido, dicho también en tiempo presente. Sin necesidad de adjetivos superlativos, pero con la fuerza irrenunciable de lo sustantivo. Vivo para encontrarte, Más que yo no te va querer nadie : palabras de Rosa a su su hijo escritas en el aire, sin buzón de destino. Palabras hechas canción ahora por Ana de Lois para dotar de alas a las cartas de éste y de todos los no-cumpleaños que han ido encadenándose como eslabones de una incertidumbre inacabable.

Manuela Chavero, de 42 años, desapareció un día como hoy de 2016 en Monesterio, Badajoz. Cuatro años descontados a la vida que acababa de estrenar tras separarse del marido y padre de sus dos hijos, aún menores de edad. Cuatro años de ruidos de distinta intensidad en torno a los motivos, a los presuntos culpables. Cuatro años de expectativas incumplidas sobre la inminente resolución del caso. Y en el camino, los no-cumpleaños de unos hijos sometidos a una orfandad súbita, imposible de explicar, justo en los años decisivos de una niñez tan bruscamente alterada. Y el desasosiego de unos padres que miran pasar más de prisa el reloj de sus vidas sometidas al estrés de los porqués sin respuesta. Para Emilia, la hermana mayor, la que se cambiaría por ella con tal de poner fin al ahogo de no saber, para quien ya no ha habido posibilidad de celebrar ningún cumpleaños sin Manuela.

Y en Hornachos, el pasado 9 de mayo, el marido y los tres hijos de Francisca Cadenas tuvieron que vivir desde la incertidumbre del confinamiento por el covid19 la irresuelta incertidumbre de los tres años cumplidos de su desaparición. No eran posible los actos públicos para conmemorarlo ni tampoco el abrazo colectivo de los vecinos que nunca dejaron de acompañarlos para reclamar siquiera una mínima certeza de que la investigación existe, aunque no se haya hecho visible el más mínimo avance. También ellos – Diego, padre e hijo, Javier y José Antonio- han tenido que afrontar la dolorosa resaca de los no-cumpleaños. Sin dejarse arrastrar por el vacío han colocado una bandera con forma de libro en la que puede leerse : Lucharè por encontrarte.

Así es la vivencia del tiempo desprovisto de tiempo de las familias cuyos seres queridos siguen desaparecidos. Como Caroline del Valle, desaparecida en Barcelona, hace cinco años y cuatro meses. Como Malen Zoe Ortiz, desaparecida en Calvíá, Mallorca, hace seis años y medio. Y así, podría seguir incorporando una a una las historias dolientes de las más de trece mil familias que componen la nómina de las desapariciones sin resolver a día de hoy en España.

Así son sus vivencias, intransferibles pero hermanadas en el espacio común de un trauma sin fondo. Nada que ver con las de Alicia en el país de las Maravillas, para la que Lewis Carol inventó, con fines festivos, el diagrama del no-cumpleaños. Pero qué formidable hallazgo el del no-cumpleaños como sinónimo de tiempo suspendido entre el Todo y la Nada.

Paco Lobatón: «La incertidumbre es la ‘muerte tacaña’ porque no deja espacio para el duelo»

La Fundación ‘Quién Sabe Dónde Global’ recoge diálogos desde el confinamiento a través de ‘Diario de ausencias’, un espacio diario para dar voz a los familiares de personas desaparecidas y mantener viva su memoria

El Correo de Andalucía | Michelle Cabeytú | 20 de abril 2020

 
  • El periodista Paco Lobatón.

     
    En vísperas del 9 de marzo, Día de las Personas Desaparecidas sin Causa Aparente, se inauguró en Madrid ‘Ausencias. Nuestros desaparecidos’, una exposición de imágenes de familiares de personas desaparecidas junto a los retratos de sus seres queridos para incrementar la conciencia social. Dada la paralización de actos y exposiciones por la declaración del Estado de Alarma, la Fundación Europea por las Personas Desaparecidas ‘Quién Sabe Dónde Global’ ha decidido trasladar esta actividad a las redes sociales para dar voz a los familiares.
     

Paco Lobatón, volcado con la búsqueda de personas desaparecidas

En marzo de 2015 el periodista Paco Lobatón puso en marcha QSD Global Fundación Europea por las personas desaparecidas, una entidad sin ánimo de lucro para hacer frente a las desapariciones y prevenir situaciones de riesgo.

El proyecto nació siete años después de la última temporada del mítico programa de televisión, ‘Quién sabe dónde’. El espacio fue dirigido y presentado por el periodista desde 1992 hasta 1998, un total de 249 episodios en los que se investigaron 2.750 desapariciones, de las que se resolvieron con éxito el 70%.

Para Lobatón, el programa era “un espacio de televisión, pero también un punto de encuentro para las familias que tenían un ser querido desaparecido”, aseguraba en una entrevista concedida a nuestra revista en junio de 2016.

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Paco Lobatón: «Mantener el periodismo es mantener la batalla cotidiana por la veracidad»

Comenzó en Radio Jerez como periodista, allí «pasó angustia, pero que se convirtió en emoción». Más tarde, Paco Lobatón altó a la fama con el programa ‘Quién sabe dónde’, donde ayudaba a encontrar a seres queridos desaparecidos.

Una de sus coberturas de las que tiene una «mirada de rectificación», la del crimen de Alcásser. «Sí, se cometieron excesos», afirma sobre el trato informativo de ese suceso. 

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Paco Lobatón: «Las familias nunca tiran la toalla»

Raúl Cosano| Diari de Tarragona

¿Cuándo vio que se iba a dedicar toda la vida a ayudar a buscar a desaparecidos?
Fue un descubrimiento al iniciar el trabajo en ‘Quién sabe dónde’. Fue progresivo pero a la vez muy rápido. Inmediatamente tomé conciencia de la envergadura social del problema y la hondura del sufrimiento de las familias.
 
¿Cómo sería ‘Quién sabe dónde’ con redes sociales?
En parte lo hemos visto. Por un trimestre, pusimos en el aire el programa ‘Desaparecidos’ y hubo una respuesta extraordinaria, no comparable con la de los años 90, porque el mapa de la televisión ha cambiado. Pero fue un inicio que podía haber tenido una continuidad interesante. La realidad de las desapariciones sigue demandando un espacio público. 

¿Por qué algunas desapariciones son tan mediáticas y otras pasan desapercibidas?
Por razones… mediáticas, en la medida en que los medios, sobre todo la tele, lo proyectan, a veces con tratamientos que no tienen tanto que ver con la investigación como con réditos de audiencia. Eso genera una dinámica de mimetismo, se activa la competencia. Todos los casos tienen derecho a una proyección mediática. 

¿Lleva un recuento de la gente que ha encontrado?
Emitimos 1.500 casos en antena. No llevo un recuento. Afortunadamente hubo muchos. Hubo el 70% de resoluciones de casos. Se llora mucho, pero de alegría mayormente. Porque es verdad que la mayor parte de situaciones emocionales eran provocadas por encuentros. 

¿Qué suele haber detrás de una desaparición?
Hay una multiplicidad de factores enorme, pero el común denominador es una situación que resulta insuperable y deja como única salida esa huida hacia adelante. De ahí hay que excluir aquellas desapariciones en las que intervienen terceras personas, que son las de naturaleza delictiva o las forzadas. 

¿Qué más factores hay?
Hay un porcentaje altísimo de menores no acompañados, y no solo los que proceden de la inmigración sino los enviados a centros de acogida, que con un régimen abierto propician las desapariciones. Son chicos de edad preadolescente o cercanos a la mayoría de edad que han sido separados de su familia y cuando llegan se ven en un entorno donde carecen de las pautas necesarias para progresar y superar el conflicto. También hablamos de la sustracción parental. 

¿Y en los adultos?
Hay personas con enfermedades mentales o mujeres que desaparecen escapando de la violencia de género. Y hay otro grupo muy preocupante, el de las personas con enfermedades neurodegenerativas. En España hay ocho millones de mayores de 65. El año que viene habrá tres millones de enfermos de alzheimer. Eso comporta un riesgo enorme y nosotros lo estamos percibiendo. 

¿Qué caso recuerda con especial emoción?
Recuerdo el de una mujer que se llamaba Rosa, una búsqueda que iniciamos a partir de una foto muy pequeñita, que había sido dejada en un hospicio de Toledo y la encontramos en Mallorca. Fue emocionante. 

¿Cuál le intriga más?
Hay muchos, como el de David Guerrero, el niño pintor de Málaga. Pasa el tiempo y me reafirma en la necesidad de seguir batallando con las familias. Han pasado 32 años y no les resta importancia al sufrimiento. El dolor es acumulativo, no se palía por el paso del tiempo. O el del niño de Somosierra. Las familias nunca tiran la toalla. 

¿Cuesta mantener la coraza de periodista ante estos casos?
Para mí fue un aprendizaje mantener el equilibrio entre lo que yo podía sentir, el efecto de conmoción, y mi papel. Igual que un médico cuando se enfrenta a un enfermo intenta tener una templanza muy grande. Siempre se trata de mantener eso, haciéndome poseedor del máximo grado de información. Mi papel era de mediador. 

¿Le llega la cercanía de la gente por contribuir a esta labor?
Es una conquista social, sin la contribución de los ciudadanos hubiera sido imposible. En el último programa, en solo tres meses se nos quedaron sin atender más de 500 peticiones. Me produce ilusión. La gente me anima a seguir con la labor. Pero me gusta que pongan el acento en eso, en la labor, y no en mí. 

Fuente: Diari de Tarragona. Lea la entrevista completa aquí.

«Pese a la alta mortandad de personas desaparecidas no existe conciencia social»

J. López-Lago | Hoy. Diario de Extremadura

En Extremadura hay dos casos recientes de desaparecidas que siguen sin resolución, el de Manuela Chavero, cuyo rastro se perdió en julio de 2016, y el de Francisca Cadenas, de Hornachos y sin noticias suyas desde hace más de dos años. Sobre este segundo caso el hijo menor, José Antonio, pidió a un antiguo profesor de literatura, Jaime Covarsí, que escribiera un libro. De ahí salió el galardonado ‘Lucharé por encontrarte‘ que prologa Paco Lobatón.

Este periodista se hizo popular por su programa en TVE ‘Quién sabe dónde’. Después creó la Fundación Europea por las Personas Desaparecidas QSDglobal, que ha ayudado a conocer la dimensión real de este problema que se agrava en las personas de edad avanzada. Aula HOY los ha invitado para exponer su punto de vista sobre una cuestión que hasta hace unos años era ignorada por la sociedad.

 
AULA HOY
Lunes en Cáceres
Lunes, 3 de junio 2019 en Sala Cajalmendralejo. Casa de los Málaga. Avda. de España, 13. 20.15 horas (firma de libros en Librería Pléyade, avda. de España, 17, de 18.30 a 20 horas).
Martes en Badajoz
Martes, 4 Junio 2019. Sala Colegio de Farmacéuticos. C/Ramón Albarrán, 15. 20.15 horas (firma de libros en la sala).

-¿Qué datos tenemos en España sobre personas desaparecidas?

«Cada vez hay más personas con Alzhéimer y esa desorientación inicial puede resultar fatal»

-Hay un informe anual del Gobierno de creación reciente. En 2018 hubo cerca de 30.000 denuncias y de ellas 12.330 permanecen búsquedas activas, que es lo mismo que decir casos sin resolver.

-¿Es una cifra estable o va a más?

-No es estable. Es la foto fija en el momento que se cierra el informe, muchos de estos casos sin resolver hacen variar la cifra, pero luego se producen otras desapariciones. Si se toma como referencia las desapariciones desde 2010, que es cuando se crea la base de datos de personas desaparecidas y restos humanos son más de 176.000 casos. Esa cifra genera una media superior a 25.000 por año.

-¿Cómo suele cerrarse un caso, con la persona viva o muerta?

-A cualquiera de ambas situaciones se denomina búsqueda cesada y provoca la retirada de la denuncia de la familia. En el cómputo total más del 90% se resuelve de manera positiva porque la persona aparece con vida. Si no, la mortandad sería altísima. Aún así, el índice de mortalidad que hay es muy importante.

-¿Sobre todo entre personas mayores?

-Efectivamente, y con alguna enfermedad neurodegenerativa. Hay que tener en cuenta que la población española está en proceso de envejecimiento. Los varones viven unos 80 años y las mujeres 86 y estas enfermedades afectan cada vez a más personas. Para el año que viene habrá 1.350.000 enfermos directos de alzhéimer, lo que supone que más de 3 millones de personas se vean afectadas por esta enfermedad. Con esta patología se desorientan y comienza una deambulación errante y a partir de ahí sufren un accidente o golpe de frío o calor. Nosotros nos alarmamos cuando detectamos que cada semana había una o dos muertes por este motivo. Es una cifra incluso superior a la de víctimas de violencia de género. Sin embargo, no hay una conciencia social proporcional a esa realidad objetiva.

-Hay dispositivos tecnológicos para proteger a este tipo de personas ¿Diría que están lo suficientemente extendidos?

-Hace ahora dos años que la Fundación convocó un foro titulado ‘mayores a salvo’ y una ponencia sobre alternativas tecnológicas. Existen cada vez más para posibilitar el seguimiento de una persona mayor que se desorienta. Pero para eso hace falta que las familias tengan una respuesta activa porque sean conscientes del riesgo. Muchas no lo son porque por el hecho de tener a un familiar con esta enfermedad ya es un peso en sí mismo y no se prevé que en la primera etapa esa desorientación puede resultar fatal. Nuestra batalla es de información y que crezca la conciencia de ese riesgo. El Ministerio de Interior ha desarrollado una aplicación para el móvil muy práctica en estos casos que se llama ‘Alertcops’. Es interesante porque la víctima no es consciente, pero un ciudadano de a pie puede alertar y esto es parte de la conciencia social que tratamos de divulgar.

-Su fundación firmó un convenio con la Fempex para agilizar protocolos de actuación, en 2017 consiguió del Gobierno la creación del Centro Nacional de Desaparecidos, ¿qué pasos siguientes esperan dar?

– Buscamos respuesta a las carencias que son muchas y en 2013 hubo una comisión del Senado que las recalcó. Con la Fundación procuramos reunir a las familias y que sean una fuerza importante para que responda la Administración, a la que le requerimos esas respuestas. Ya hemos conseguido que se publiquen datos desde 2017. Otra es la creación del Centro Nacional que sirva para mejorar la coordinación de los cuerpos y fuerzas de seguridad. El protocolo actualizado para la búsqueda de la persona desaparecida es reciente, se presentó en marzo, tiene unas 140 páginas y está en los cuarteles de la Guardia Civil y las comisarías de policía. También estamos pendientes de la aprobación de una ley específica que es el estatuto de la persona desaparecida que hará que no se archiven los casos de una manera demasiado rápida, como ocurrió a los tres días con Francisca Cadenas, lo cual es una limitación y una barbaridad. Para ello contamos con el apoyo de las principales fuerzas políticas. Otro objetivo prioritario es que la atención a las familias no se demore y que inmediatamente se le acompañe en aspectos jurídicos y psicológicos porque la desaparición produce un efecto demoledor.

-¿Cómo procesan los familiares el paso del tiempo, es común perder la esperanza?

-Esto lo expresé en el libro ‘Te buscaré mientras viva’ y responde a la pregunta. Las familias viven la desaparición como un golpe que desarbola sus parámetros vitales porque les deja en el desconcierto más enorme. No saben qué ha pasado, qué puede estar pasándole al familiar y cómo resolver la situación. Todo esto es una tenaza tremenda, y en un 99% las familias tienen un comportamiento de persistencia que los psicólogos llaman resiliencia. Generan una fuerza que no se sabe de dónde sacan. No abandonan.

Fuente: Hoy. Diario de Extremadura. Lea la entrevista completa aquí.

Paco Lobatón: «En las desapariciones es mejor hablar de bulos o patrañas que de ‘fake news’»

El periodista, promotor de la fundación QSDglobal, afirma que «en el caso de Diana Quer había de todo menos información»

Luis Javier González | El Norte de Castilla
 
Paco Lobatón (1951) llegó por casualidad a la dirección de ‘Quién sabe dónde’ y se erigió en figura mediática gracias a su rigor en una época donde afloraba el sensacionalismo. Se posiciona en un debate que ve más vigente que nunca mientras su fundación trabaja buscando desaparecidos. De 176.000 denuncias en los últimos 10 años, 12.230 siguen sin respuesta. Antes contaba con más de 60 personas trabajando en aquel programa; ahora pelea junto a sus 12 compañeros de la fundación. Ayer estuvo en la Casa de la Lectura, a rebosar, para dar una conferencia organizada por la UNED.

–Entre los 20 programas más vistos de 1993 había 12 ediciones de ‘Quién sabe dónde’. ¿Qué tecla tocaron?

–El programa en aquel momento conectó con la sensibilidad de la población. Lo hizo de una manera responsable. Y seguramente porque se hizo de una manera sosegada, con reportajes muy cuidados que llevaban muchos días de trabajo, tuvo un recorrido durante seis años. Si hubiera tenido un planteamiento más espectacular o hubiera optado por determinados atajos, hubiera sido más efímero. La sensibilidad de la población existe. Tenemos una sociedad solidaria, somos líderes en donaciones de órganos. Solo hay que proveer a la sociedad de las oportunidad para ejercer ese potencial. Y creo que el programa lo consiguió.

–¿Sirvió el programa de contrapeso al caso de Alcásser?

–Fue un hito muy significativo, pero el programa ya había tenido antes una respuesta formidable. Se abrió un debate, que sigue siendo vigente, sobre cómo hay que abordar todas las situaciones que tienen que ver con el dolor, fundamentalmente las desapariciones. En el caso de Diana Quer había de todos menos información.

–¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías en este debate?

–Pueden ser una formidable herramienta de ayuda y participación colectiva en la reparación de situaciones dolorosas. Y exactamente lo contrario. Si se usan para difundir bulos, el daño puede ser incalculable. En el caso de las redes sociales, hay que hacer una apelación a la responsabilidad de los ciudadanos individualmente considerados. Si contamos con medios de comunicación que ejerzan un papel riguroso, estaremos en mejores condiciones de que la sociedad responda.

–Todo ello en el panorama de las ‘fake news’

–En las desapariciones es mejor hablar de bulos o patrañas. Es divulgar una información falsa, a sabiendas de que lo es, para provocar daño. Lamentablemente eso siempre lo ha habido. Lo que ha cambiado es la escala, y con ello el grado de crueldad.

–¿Cómo se concilia el derecho a desaparecer con el derecho a saber qué ha sido de un familiar?

–Si hay una familia que tiene a una persona desaparecida y tiene una inquietud razonable, su derecho tiene que ver con un sentido de la protección y con el del propio desaparecido a ser buscado. El planteamiento que deberíamos hacer es que mientras no se demuestre que la desaparición es voluntaria, no lo es. Mejor retirar la denuncia que esperar a que la persona retorne, porque en ese lapso de tiempo puede estar en juego su propia vida.

–Habla de la necesidad de la familia de mantener la esperanza mientras no haya una certeza de muerte. ¿Por qué es tan importante el duelo?

–Un psicólogo lo explicaría mejor, pero yo lo constato en la demanda que hacen las familias. El duelo necesita empadronarse, un lugar de referencia, recuperar los restos del ser querido y ubicarlo en un espacio al que poder acudir. Tiene que ver con la dignidad humana.

–Lamenta los trámites que agudizan el dolor de las víctimas, como la declaración de fallecimiento –prefiere la etiqueta de ausente no retornado– a los diez años de una desaparición. ¿Qué daño hace la burocracia?

–Mucho. Económico, porque les obliga a pagar unas tasas insoportables que en algunas ocasiones sobrepasan los 1.000 euros. Y un sufrimiento incalculable. El tener que dar por fallecido a un ser querido sin que haya una constatación es gratuito y hay que erradicarlo. No es tan difícil cambiar el nombre de las cosas.

–Apunta a que hay un tratamiento insuficiente de las fugas adolescentes. ¿Qué propone?

–Nos falta un tratamiento más integral. En algunas situaciones o lacras, como la violencia de género, se ha conseguido. Nos falta una respuesta integral ante las desapariciones. Casos así requerirán de una colaboración muy estrecha entre administraciones y una buena cooperación entre distintas instancias. No se puede haber un abordaje exclusivamente policial, hay que entender que detrás de esas fugas hay una problemática seria de convivencia, marginalidad, violencia, drogodependencia… Ese contexto debe ser tratado en su complejidad.

–¿Por qué es importante dar visibilidad a los colectivos invisibles como ancianos o enfermos?

–Porque ignorarlos es ignorar una parte de nosotros, que es la más vulnerable, y nos hace indignos como sociedad. En cambio, ocuparnos de ellos nos sitúa en unos términos correctos de ciudadanía. Si no se nombran las cosas, si no se ven, no existen. Ya sea a través de la televisión o de una comunicación pública suficiente. Si no, tiende a ser ignorado y los poderes públicos no hacen lo suficiente.

Fuente: El Norte de Castilla. Lea la entrevista completa aquí.

Revista Oficial Guardia Civil: El Compromiso con los desaparecidos y sus familias

Lali Castellanos | Revista Oficial Guardia Civil

El periodista y presidente de la Fundación Europea por las Personas Desaparecidas QSD Global, Paco Lobatón, inaugura este ciclo de tertulias que contribuye a la difusión de la cultura de seguridad

“La Fundación Europea por las Personas Desaparecidas surgió porque me di cuenta que nadie en la televisión se ocupaba íntegra y realmente de un caso de desaparecido; realmente era una ventana para que las personas con desaparecidos tuvieran donde mirar. Teníamos que echarles una mano”, señala Paco Lobatón, presidente de QSDglobal, en el salón de actos de la Dirección General de a Guardia Civil.

Se inauguraba un tiempo de tertulias, debates, preguntas y respuestas organizado por el Instituto Universitario de Seguridad Interior (IUISI) y el Gabinete Técnico de la Dirección General. El objetivo es debatir y reflexionar sobre distintos aspectos de la Seguridad interior con la participación de académicos, investigadores, empresarios y expertos del entorno. El teniente coronel Fernando Cubillo, jefe del Área de Prensa de la ORIS, y la comandante Alicia Vicente, del Grupo de Delitos contra las Personas de la Unidad Orgánica de Policía Judicial, iban a entrevistar al que fue presentador de un programa de televisión de los años 90 que despertó la sensibilidad social en torno a las personas que desaparecían sin causa aparente. Paco Lobatón, el periodista jerezano de Quién Sabe Dónde (1992-98), obtuvo cuotas líderes en pantalla consiguiendo el TP de oro en años sucesivos y muchos otros premios.

Su cara y su voz ya eran queridas y conocidas en RNE y TVE donde presentaba programas y telediarios. Aquella experiencia supuso en su vida la línea que marcaría un antes y un después. “El compromiso nace rápidamente, cuando encuentras seres humanos con un sufrimiento sobrevenido que no saben dónde ir”, contestaba a la pregunta del teniente coronel. “Decía el gran maestro del Periodismo Kapuscinski que éste no era un oficio para cínicos. Yo, que no soy un cínico, ya no supe mirar para otro lado y siempre tuve la mirada anclada en esta tarea intentando contribuir a que el resto de la ciudadanía mirara también”. Cuando en TVE le dieron unas “vacaciones indefinidas”, continuó con esta tarea. El contacto directo con los familiares de las personas desaparecidas le empujó a formar la Fundación QSDGlobal, sin ánimo de lucro, cuya sede se encuentra en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón.

Cuando el Congreso de los Diputados declaró el 9 de marzo como Día de las Personas Desaparecidas sin causa y el Senado apuntó la necesidad de reaccionar ante esta realidad social, pensó que había que tener una herramienta útil que facilitara atención jurídica, psicológica e informativa a los familiares. Ante los asistentes, que constituían un grupo de expertos de la Secretaría de Estado de Seguridad, Guardia Civil y universidades, reconoció la necesidad que tienen los afectados de conseguir certeza ante la incertidumbre.

“Ellos saben que el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es constante”, apunta Lobatón, que celebró el hecho de que por primera vez el ministro de Interior facilitara las estadísticas nacionales de desaparecidos y la creación del Centro Nacional de Desaparecidos que –como dijo Zoido– podría ser un referente en Europa.

Fuente: Revista oficial de la Guardia Civil. Lea la entrevista completa aquí.

«Somos una Fundación sin ánimo de lucro, pero con ánimo de logro»

 

Han pasado 25 años desde que comenzara a presentar ‘Quién Sabe Dónde’ en TVE. Desde entonces, la búsqueda de personas desaparecidas se convirtió en su máxima cruzada. Una labor que continúa ahora desde la Fundación Europea por las Personas Desaparecidas QSDglobal, de la que es Presidente.

Nunca pensé que fuera a volcarme en ello. Ten en cuenta que yo era un periodista al que se le encomendaban tareas genuinamente informativas. En ese momento estaba feliz, de vuelta a la radio. ¿Qué pasó? Pues que un día me tocaron el hombro y me dijeron: «Vamos a hacer Quién Sabe Dónde, en La 1, y lo vas a presentar tú’. Así fue.

¿Y cómo nace la idea de la Fundación Europea por las Personas Desaparecidas? 

Pensé que era bueno que hubiera un lugar a donde pudieran acudir las familias, porque siempre estuve comprometido con ellas. Pero sucedió algo que fue como una señal. Cuando me convocó la Comisión Especial del Senado, contemplé cómo los partidos políticos se pusieron de acuerdo para hacer un informe contundente, pidiendo a la sociedad civil que despertara a este problema. Entendí que era el momento.

En el poco tiempo que lleva ha logrado acuerdos con distintas instituciones. Para empezar, con el Gobierno, pero también existe un acuerdo de cooperación policial de ámbito internacional, otro con la universidad…

Es que somos una Fundación sin ánimo de lucro, pero con ánimo de logros. Y me parece apasionante poder acortar el camino para las familias que llevan años esperando soluciones prácticas, mayor coordinación, información, mejora de los sistemas de investigación, amparo, apoyo psicológico…

Ana García Lozano, entrevista a Paco Lobatón, presidente de la Fundación QSDglobal, en la revista Corazón TVE.

Si quieres leer la entrevista completa, pincha aquí.

 

Paco Lobatón: «Tenemos que hacer que emerja la realidad de los desaparecidos y ponerle soluciones»

El periodista Paco Lobatón, presidente de la Fundación ‘Quién Sabe Dónde Global Europea por las personas Desaparecidas’, se ha pasado por Más de uno para recordarnos la importancia de darle respaldo desde los medios de comunicación a las familias de las personas desaparecidas. Señala que, al igual que a la violencia de género se le ha puesto nombre y se está luchando contra ella desde todos los ámbitos de la sociedad, hay que trabajar para que el problema de los desaparecidos tenga la misma importancia social. Escuchamos además el testimonio de Isidro Molina, padre de Paco, un joven de 16 años desaparecido desde hace dos, y de Maricarmen, hermana de Sonia Iglesias.

Para poder escuchar la entrevista clique este enlace ondacero.es

Paco Lobatón, escritor y periodista

Entrevista a Paco Lobatón, escritor y periodista con motivo del Día de los Desaparecidos. Más de 1.300 menores permanecen actualmente desaparecidos en España.

Las fuerzas de seguridad mantienen activa la búsqueda de más de 4.000 personas Paco Lobatón se muestra contento con la iniciativa del ministerio del Interior de hacer públicass las cifras de desaparecidos.

FRASES DESTACADAS:

«La creación del Centro Nacional de Desaparecidos es un hito, nunca antes se había hecho nada parecido»

“La mayoría de los casos de desaparecidos que se han resuelto han sido gracias a la colaboración ciudadana”

“La sensibilización de la sociedad demanda más copromiso de los medios de comunicación»

«Estamos conectado, pero aislados»

 

Si quieres escuchar la entrevista clica en este enlace telemadrid.es

Paco Lobatón: “La mayoría de los casos de desaparecidos que se han resuelto han sido gracias a la colaboración ciudadana”

  • Paco Lobatón cree que es necesario un programa de televisión en el que los ciudadanos puedan participar para ayudar en la búsqueda de personas.
  • El periodista cree que hay que hacer un profundo análisis para saber porque desaparecen más personas en la zona del levante que en cualquier otro sitio de España.

La carrera televisiva de Paco Lobatón siempre estará ligada a ‘Quién sabe dónde’. En la década de los 90, familias enteras se sentaban frente al televisión para escuchar las historias de personas desaparecidas que contaba Paco Lobatón. Durante los seis años en los que duró el programa se denunciaron más de 1.500 casos de desaparecidos.

Ahora, casi 20 años después de que terminara el programa, Lobatón sigue dentro del mundo de las personas desaparecidas pero de la mano de la fundación ‘Quién Sabe Dónde Global Europea por las Personas Desaparecidas (QSD Global). A pesar de estar alejado de la tele, a Paco no le importaría volver. “Soy un soldado movilizable para esta causa. Hace tiempo que dejé de convertirlo en un proyecto personal por eso me he implicado en esta fundación parta extender la acción no solo por un medio, si no por todos los posibles”, destaca el presentador.

El periodista cree que es muy necesaria la difusión que hacen los medios a los casos de desaparecidos. “La sensibilización de la sociedad reclama un acción de los medios de comunicación y de la existencia de un programa especializado como era ‘Quién sabe dónde’, o alguno que trabajara en esta línea en el que la gente pueda colaborar. Si se mira la historia recuente de las desapariciones vemos que los casos que se han resuelto han sido gracias a la colaboración ciudadana”, apunta Lobatón.

Lobatón ha valorado positivamente los datos que ha dado el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, porque por fin han adquirido un rango de oficialidad. “Antes eran fruto de una reclamación y ahora tienen un valor de rango. Hay que tomarlos como punto de partida y estudiarlos bien. Ahora hay que analizar cosas como por qué la mayoría de las personas desaparecidas son de Cádiz, pero las que tiene un riesgo alto están en Barcelona. Hay que investigar para poder llegar a conclusiones”, ha afirmado el periodista.

Sobre el tema de las sectas y su posible implicación en algunos de los casos de desaparecidos, Lobatón ha señalado que hay que evitar crear una sensación de alarma y que para afirmar este tipo de cosas hay que estudiar y analizar muchas cosas. “De los 1.500 casos que tratamos en ‘Quién sabe dónde’ solo hubo dos que estaban relacionados con los sectas”, ha apostillado.

Para concluir, el periodista ha recalcado la necesidad de incorporar las nuevas tecnologías en la búsqueda de personas: “En realidad estamos conectado, pero aislados. Cuando buscamos explicaciones encontramos procesos de incomunicación y confrontación sin soluciones, por ejemplo, entre padres e hijos”.

FUENTE: lainformacion.com

Paco Lobatón: «La creación del Centro Nacional de Desaparecidos es un hito; en 25 años no se hizo nada»

Paco Lobatón ha valorado positivamente que el ministro de Interior haya hecho públicas las cifras de desaparecidos, pidiendo un paso «de la estrategia a la estructura». Además, explica que a partir de ahora no deben pasar 24 horas para considerar a una persona desaparecida.

Para ver la entrevista en su totalidad clique aquí lasexta.com

Paco Lobatón: «Las familias necesitan de los medios de comunicación para encontrar a sus familiares»

Charlamos con el periodista Paco Lobatón, que en los 90 presentaba el programa ‘Quién sabe dónde’, y que en la actualidad sigue colaborando para encontrar a personas desaparecidas en la fundación ‘QSD Desaparecidos’.

Paco Lobatón ha querido destacar el papel fundamental de los medios de comunicación para encontrar a sus familiares, ya que la divulgación es clave para que los ciudadanos puedan aportar pistas de los desaparecidos.

Hablamos con Isidro Molina, padre de 16 años que desapareció hace un año y medio. Comentó que iba a dormir en casa de un amigo, y nunca volvió.

Emilia Chavero es hermana de Manuela Chavero, desaparecida en julio de 2016, una madre de dos hijos de 42 años. Se encontró la televisión encendida en su casa, y se cree que salió a la calle en pijama, sin documentación ni teléfono, y la puerta no estaba forzada. “Esto es un secuestro”.

También hablamos con Ana Herrero, madre de Borja, Lázaro, un ingeniero informático de vitoria amante de la fotografía, que viajó a Cabo de la Vela, en Colombia hace tres años. Hacía un reportaje sobre los indígenas y desapareció sin dejar ni rastro.

Si quieres escuchar la entrevista clica en este enlace ondacero.es

Paco Lobatón: “Los desaparecidos son una realidad latente, oculta e ignorada”

“Los desaparecidos son una realidad latente, bastante oculta e ignorada de una manera general por la sociedad”, afirma Paco Lobatón, impulsor de la Fundación QSD Global, que, entre el viernes y el sábado, celebró en la Casa de Galicia, en Madrid, el Foro sobre personas desaparecidas y su tratamiento informativo.

Más de 50 personas, entre periodistas, familiares de desaparecidos, policías, juristas y responsables de organismos reguladores, debatieron sobre esta realidad con el objetivo de elaborar una “Guía de buenas prácticas para el tratamiento informativo de las personas desaparecidas”.

FUENTE: confilegal.com

Paco Lobatón: «Desaparece una persona, pero no desaparecen sus derechos»

Desde hace 25 años los casos de desaparición de personas en nuestro país son un tema que mantiene preocupado a Paco Lobatón. él lo considera «su causa», por lo que le hemos invitado a La hora negra para que nos de su visión sobre casos como el de Diana Quer.

El tratamiento informativo que ha recibido el caso de la joven de La Coruña ha sido la razón que le ha llevado al periodista a reunir a estudiantes, periodistas y familias afectadas en un foro el próximo viernes 25 de noviembre. Cada año se presentan alrededor de 20.000 denuncias por desaparición, algo que según Lobatón, acabamos olvidando y que casos como el de Diana hacen que cobren la relevancia que se merecen.

Sin embargo, a la hora dar informaciones se puede llegar a alterar la realidad que envuelve a la persona desaparecida: «Desaparece una persona, pero no desaparecen sus derechos. Si vamos a hablar de ella, hagámoslo con el debido respeto«, reivindicaba el periodista.

«A Diana se le ha criminalizado y estigmatizado en nombre de la audacia informativa», explicaba y «se ha abusado de las exclusivas y primicias, haciendo que pierdan su valor», añadía.

El periodista recordaba que en la actualidad hay 84 personas en la misma condición que Diana y que otro joven, Iván Durán, desapareció en Bayona tres días después. Sin embargo, la consideración mediática ha sido totalmetne diferente. «Tiene que haber una relevancia equitativa entre todas las desapariciones», comentaba.

FUENTE: cadenaser.com