Caroline desapareció el 14 de marzo de 2015 en Sabadell, Barcelona. Justo una semana antes habíamos puesto en marcha en TVE Ventana QSD , así que ahí fue donde hicimos el primer llamamiento de búsqueda y muchos otros a lo largo de las siguientes semanas. Yo mismo pregunté en voz alta a los responsables de Mossos por qué no se había activado la Alerta Menor Desaparecido, por entonces vigente en toda España. El primer Foro de Familias de noviembre de ese mismo año, con toda la familia de Carol presente, elevó esa pregunta a reivindicación en la Carta de Derechos y Demandas Urgentes. En 2017 acudimos al Parlament de Cataluña, de la mano del diputado Bruguera y de InterSOS, para pedir su mediación ante la policía autonómica. Y hace poco más de un año, el programa Desaparecidos aportó testimonios inéditos que permitieron reabrir el caso en el Juzgado. Ese recorrido tomado desde lo vivido directamente por Isabel, por Teresa, por Juan Vicente y por Kevin es el relato de un auténtico viacrucis plagado de insultos, menosprecios, silencios o hipótesis hirientes y sin suficiente fundamento. Por eso hoy adquiere un especial valor que, al fin, la madre y la abuela de Carol hayan recibido de los máximos responsables de Mossos explicaciones sobre la próxima incorporación a la investigación de “perfiladores internacionales que ayuden a identificar al asesino de la niña y la posible localización de su cadáver”. Y también es una buena noticia que se prevean nuevas actuaciones como la llamada prueba de la verdad. O que se vuelvan a tomar en consideración por el nuevo juez a quienes estuvieron junto a Carol la noche en que desapareció y a lo que contaron en Desaparecidos de forma espontánea y sin recibir ninguna contrapartida económica, como se afirmó gratuitamente en algunas instancias judiciales. Esperemos que rectifiquen como han hecho los responsables policiales al admitir «Pudimos ser más incisivos en esas primeras horas». Paco Lobatón,
